Los minerales que encontramos en el agua termal (sodio, potasio, calcio, zinc y magnesio)ayudan a refrescar, hidratar, nutrir y calmar la piel durante el día. Estos minerales están presentes de forma natural en la capa natural de la piel denominada Factor de Hidratación Natural, por lo que la aceptación de nuestra piel al agua termal es alta y muy favorable.