ACEITE DE ARGÁN
Contiene ácidos grasos y vitamina E para hidratar y suavizar la piel de forma natural. Desempeña un papel espectacular en la renovación y regeneración celular. Es rico en antioxidantes por lo que reduce y previene las arrugas. Aporta luminosidad, elasticidad y suavidad al rostro. Su gran poder regenerador ayuda en la cicatrización y renovación de la piel dañada.
ORIGEN
El árbol del Argán crece entre Tiznit y Esauira, Marruecos. Desde hace siglos, los bereberes recogían los huesos y molían sus semillas para preparar un aceite almendrado que servía como base de su alimentación, y en la medicina y cosmética tradicional. En 1998 la UNESCO nombró los bosques de argán de Marruecos como Reserva de la Biosfera.
LA ESENCIA
La delicadeza del proceso se ve reflejado en el tacto ligero de este aceite que te transporta con su aroma suave y su color dorado a las tardes calurosas marroquíes y la suave brisa bajo la sombra de uno de estos frondosos árboles.
TRADICIÓN
La recolección y extracción del aceite de argán sigue realizándose aún hoy día de manera semiartesanal, por lo que es un proceso lento y trabajoso. La cosecha se recoge en junio, Cada fruto tiene una nuez recubierta que contiene dos o tres semillas, de las que se extrae el aceite mediante la prensa en frío.
¿Sabías que....?
Un árbol produce al año unos 35 kg de semillas que equivale a un litro de aceite de argán.