El polvo de diamante es un potente renovador cutáneo que contrarresta el envejecimiento. Actúa como un sutil exfoliante que limpia la superficie de la piel diariamente, desencadenando un efecto tensor acumulativo y restaurando la luminosidad de la piel.
ORIGEN
El polvo de diamante se utiliza desde hace siglos en la cosmética. Se cree que era el secreto de belleza de la reina egipcia Nefertiti, nombre que significa la más bella.
LA ESENCIA
Es uno de los minerales más preciados del mundo, simboliza la perfección y el triunfo y a nivel espiritual se asocia al amor y al compromiso. El polvo de diamante tiene propiedades cicatrizantes y activa la microcirculación.
TRADICIÓN
Se lleva utilizando desde hace siglos en cosmética porque su dureza permite arrastrar la suciedad y las células muertas de la piel. Actúa como un sutil exfoliante que limpia la superficie de la piel diariamente, desencadenando un efecto tensor acumulativo y restaurando la luminosidad de la piel.